Después del chimpancé en 2005, el orangután en 2011 y el gorila este mismo año, esta vez le ha tocado el turno al que dicen es el animal vivo más cercano al hombre: el bonobo. Un grupo de científicos internacionales (entre los que se encuentra el español Tomàs Marquès-Bonet) ha completado la secuenciación de su genoma en un estudio publicado en Nature.
La secuenciación del genoma de Ulundi, la hembra del Zoo de Leipzig (Alemania) objeto del estudio, revela que los bonobos se parecen a nosotros en un 99,6 %, superior al 98,7% que compartimos con los chimpancés.
Bonobos (Pan paniscus) y chimpancés (Pan troglodytes) se separaron como especies hace apenas un millón de años, mientras que el hombre (Homo sapiens) abandonó la rama común con los otros primates hace seis millones de años.
Mientras el chimpancé es muy agresivo y territorial, el bonobo destaca por ser pacífico y por su gran actividad sexual: el sexo cumple una función de reducción del estrés en esta especie, que lo practica entre individuos de ambos géneros. EFE